El Ministerio de Cultura contra los libros autoeditados
Estos días salen mucho por los medios una pandilla de selfproclaimed “creadores” rasgándose las vestiduras porque los internautas están matando la cultura, pero a la mayoría de ellos parece que se las trae floja un hecho que a mí me entristece mucho más que las descargas ilegales: la privatización de la Agencia Española del ISBN.
La prensa ha hablado de ello, pero poquito, en plan hecho consumado, sin polémicas, dando la impresión de que es puro trámite, que qué más da, pero a mí el asunto me entristece y os cuento por qué:
Porque cuando saqué El gran libro de la cinefilia sabía que era un proyecto raro e intuía que sería difícil que una editorial se interesase por él, y ni me preocupé por intentarlo: me lo edité yo mismo con mis manitas y contacté yo mismo con la imprenta y con la distribuidora, invertí mi propio dinero y lo publicité en mis webs como buenamente pude, y salió bien, me he sacado unos duros (seguramente más de los que me hubiese dado una editorial) y he aprendido cuatro cosillas sobre el proceso de creación y distribución de material literario.
Una de las cosas que aprendí es que ISBN significa International Standard Book Number, que es un chorro de 13 dígitos que identifica cada uno de los libros que se publican en el mundo (como las matrículas que identifican los coches), y que es indispensable que un libro tenga ISBN para que sea legal venderlo en las librerías o catalogarlo en las bibliotecas.
Conseguirlo fue fácil, sólo tuve que rellenar un formulario y mandarlo por correo a Madrid, con sellos para que me mandasen el ISBN también por correo ordinario.
En aquel momento me pareció que tener que usar sobres en papel era un sistema un poco chapucero en los tiempos de Internet, pero bueno, la burocracia es así, pensé. No problemo.
Sin embargo, con la privatización de la Agencia Española del ISBN las cosas cambian a peor. En España los ISBN ya no se otorgan gratuitamente a cualquier pardillo que escriba un libro. Ahora hay que comprarlos. Es más, hay que comprarlos de diez en diez.
Si quieres sacar un libro en este país tienes que comprar diez ISBNs (los nueve que no uses se convertirán en códigos fantasma).
Ahora mismo un pack de diez ISBNs vale 30€ pero la privatización está recién hecha y estas cosas se suelen empezar metiendo sólo la puntita. La Federación de Gremios de Editores de España pasará a tener el monopolio de un servicio para el que no hay competencia posible; no es indispensable tener un máster en MBA para comprender que los precios subirán cada vez que al gerente le salga de los huevos (en Alemania también lo privatizaron y un ISBN vale ya 160€). Se intuye que con esto nos van a dar por culo igual que nos dieron por culo con la privatización de las compañías eléctricas y de telefonía, por poner dos ejemplos que son un cantazo.
Que la derecha lo privatice todo duele pero se entiende, porque no creen en lo público. Privatizar es dinero fácil. Privatizando te quitas de encima el marrón de gestionar un servicio y engordas un poquito las arcas del estado y seguramente te sacas un o dos maletines en negro para tus caprichos.
El PP es privatizador per se, pero que lo haga el PSOE me jode más, porque se supone que son de izquierdas y antiguamente los partidos que se suponía que eran de izquierdas no privatizaban a saco. De hecho, dice la leyenda que antiguamente los partidos de izquierdas que querían dinero fácil lo que hacían era poner impuestos a las rentas más altas o impuestos sobre el patrimonio. Es decir, que hacían políticas de izquierdas.
Hace poco hice una viñeta en la que bromeaba con lo de “Zapatero no nos falles” convirtiéndolo en “Zapatero no nos folles“. Lo hacía con motivo de los recortes de sueldo de los funcionarios, del aumento de la edad de jubilación, del despido fácil y de los recortes en ciencia y educación. Yo creía estar inventando el chiste pero un lector me avisó que más de un humorista gráfico había hecho ya con anterioridad el mismo juego de palabras. Supongo que era inevitable, es un chiste que está en el aire y cuyos motivos suman y siguen.
Esta semana ZP nos ha vuelto a fallar.
Esta semana ZP se ha follado a todos los escritores aficionados a publicar al margen de las editoriales profesionales.
Si no fuese por los creadores que salen por la tele, creería que los que están matando la cultura en este país no son los que comparten películas y teleseries por internet.
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